Conferència

Conferència en línia

Amb motiu de la celebració de la Setmana Mundial de la Lactància Materna 2020, l'associació MAMARE ha convidat a l'odontòloga Irene Iglesias a donar una conferència en línia.

SALUT BUCODENTAL I LACTÀNCIA
Divendres, 23 d'octubre a les 18 h.
“Una boca sana comença en la gestació i repercuteix en la salut de tot l'organisme en l'adult”

Cartel Semana Mundial Lactancia 2020
Cartell Semana Mundial Lactància 2020

IRENE IGLESIAS

Irene Iglesias Rubio es Odontóloga por la Universidad Complutense de Madrid y creadora del
blog evidientemente.wordpress.com. Máster en Implantología, postgrado en Cirugía Oral y varios cursos de especialización, entre ellos uno de odontología para bebés. Su labor de divulgación científica es enorme. Muy activa en redes sociales, ha participado en numerosos congresos, compartiendo generosamente su saber y su pasión.
“Una boca sana comienza en la gestación, y repercute en la salud
de todo el organismo en el adulto”
Irene, tenemos mucho que aprender sobre este tema, y nos gustaría hacerte unas
preguntas para ir “abriendo boca”:

  1. ¿Cuándo debemos comenzar con la higiene dental de nuestros hijos?

    Con la erupción del primer diente. Sí, cuando asoma el borde del primer incisivo. Un diente esmás susceptible a la caries justo cuando empieza a erupcionar, no podemos desperdiciar ese
    momento para fortalecer el esmalte y para comenzar los cuidados. A esa edad, sobre los 6-8
    meses, por lo general los/as bebés aceptan muy bien el cepillado y el masaje de las encías.

  2. ¿A qué edad se recomienda la primera revisión?

    Como muy tarde antes de cumplir el primer año; las guías clínicas comienzan ya a recomendar
    la primera visita a los 6 meses, y en realidad eso es lo ideal, pues es el momento oportuno para
    fomentar la continuación de la lactancia materna y explicar cómo la alimentación
    complementaria influye directa y decisivamente en el desarrollo de la boca, de la cara, de la
    cabeza y de todo el organismo, no solo para prevenir las caries sino para establecer hábitos de
    alimentación saludables.

  3. ¿El flúor de las pastas dentífricas es siempre necesario?

    Sí, en nuestro medio sí. Y lo dicen sin ningún género de duda todos los organismos oficiales: la
    Sociedad Española de Odontopediatría, la Sociedad Española de Salud Pública Oral, el NHS
    británico y la organización que aúna a todos los especialistas de odontopediatría del mundo: la
    International Academy of Pediatric Dentistry que, en su reciente Declaración de Bangkok, de
    finales de 2019, explicita la necesidad de aportar flúor en el dentífrico, a una concentración de
    1000 ppm desde la erupción del primer diente. Esto ha sido importante porque había
    asociaciones, como la europea, que han tardado mucho en interiorizar las recomendaciones que
    otras asociaciones ya estaban dando. Ahora ya estamos todos de acuerdo.

  4. Mi hijo tiene caries. Me dicen que tengo que destetarle…

    La caries es una enfermedad multifactorial. Para saber el riesgo de caries de un niño hay que
    estudiar TODOS los factores que pueden estar actuando, desde las caries que haya tenido la
    madre durante el embarazo, en los cuidadores, enfermedades y medicamentos que alteran la
    cantidad o calidad de la saliva, si la técnica de cepillado está siendo correcta, si se está utilizando
    dentífrico fluorado, las veces que el niño come, aunque sea un bocado de lo que sea a lo largo
    del día, la consistencia de la comida, el orden en el que se ingieren los alimentos, la presencia
    de hidratos de carbono fermentables sobre todo entre horas… cuando se tienen en cuenta todos
    los factores y se corrigen, nos damos cuenta de que la lactancia materna a demanda no juega
    un papel decisivo: si la dieta no es cariogénica, si la saliva es normal, si el recuento de bacterias
    es bajo, si se utiliza pasta fluorada… ¿para qué vas a quitar la lactancia?. Si el niño come cada
    menos de dos horas, se le cepilla mal, sin mirar, utiliza inhaladores para el asma y sus padres
    tienen caries, por mucho que le quites la lactancia las caries van a seguir apareciendo como setas
    y evolucionando rapidísimo. Lo que tenemos que exigir al profesional sanitario no solo es que
    tenga unos mínimos conocimientos de lactancia materna, sino que ENSEÑE LA TECNICA DE
    CEPILLADO y ESTUDIE LOS FACTORES DE RIESGO de caries. Esto es barato, fácil, accesible y
    eficaz.

  5. Si mama mucho tiempo, ¿se le deformará el paladar?

    No hay manera de que la lactancia materna deforme el paladar. Quien dice esto es que no ha
    tenido nunca un bebé a la espalda en un fular o mochila, mamando sacando el pezón por
    cualquier sitio. El pezón es tremendamente elástico, no tiene nada que ver con el uso de una
    tetina artificial. Es como decir que por respirar por la nariz mucho tiempo se te deformen los
    pulmones. El paladar se deforma cuando introduces elementos extraños que hace que tengas
    que utilizar los músculos que no corresponden con la función. Extraer Leche de una tetina
    implica utilizar los músculos de la mímica facial en vez de los masticatorios, reduces la cantidad
    y tipo de movimientos de la mandíbula, etc. Igual si respiras por la boca. La boca no es para
    respirar. La boca debe permanecer cerrada si no es para hablar, o para introducirse el alimento.
    Con el pezón en la boca, sea cual sea la edad del niño, la lengua se coloca en el paladar y
    contribuye a su crecimiento y desarrollo óptimos, fomenta la respiración nasal, la tonicidad de
    los músculos masticatorios, inervados por el nervio trigémino y de la articulación
    temporomandibular.

  6. Tener caries en los dientes de leche, ¿repercute en su futura dentadura?

    Tener caries en los dientes de Leche indica un desequilibrio en el ecosistema de la boca que,
    si no se cambia, permanecerá en la dentadura definitiva. Los primeros molares definitivos salen
    sobre los 6 años, detrás de las últimas muelas de Leche. Si éstas tienen caries, las definitivas se
    contagiarán muy precozmente. Así nos encontramos con una elevadísima parte de la población
    adulta que tiene empastes, endodoncias, coronas o que directamente, con menos de 35 años,
    perdieron ese primer molar. Y esa muela es la que dicta el equilibrio de la boca para toda la vida.
    Si hay caries en una muela de Leche, significa que hay un agujerito, una pérdida de esmalte y
    dentina. Si la muela de lado a lado mide 7 mm, a lo mejor hemos perdido un mm por cada lado
    y ahora mide 5mm. Esos 2 mm de diferencia son claves para la colocación luego de la pieza
    definitiva que tiene que erupcionar: en el hueco de un Ford Fiesta tienes que meter un Mondeo:
    no cabe. Hay que subirse a la acera, invadiendo espacio de otras estructures. Esto, entre otras
    cosas, explica la cantidad de niños con apiñamiento, con dientes que han salido fuera de su
    posición, “colmillos de Drácula” y muchas alteraciones más que son consecuencia de la falta de
    espacio para los dientes definitivos.
    Las caries en piezas definitivas, o el que a un adulto le hayan tenido que extraer muelas por
    caries nos habla de que ya hubo problemas en la dentadura de Leche. Las caries en los dientes
    de Leche son, por tanto, la bola de cristal de la boca del adulto. Pero es algo que PODEMOS
    CAMBIAR, y mejor aún PREVENIR.

En mi caso parece un tema hereditario, genético. ¿Podemos hacer algo?
  1. La genética solo es un factor más que tenemos que contrarrestar. Si la forma de las muelas es
    muy irregular, por ejemplo, estaría indicado colocar selladores para facilitar el cepillado y que
    los restos de comida no se queden incrustados en la muela. La forma de las muelas depende de
    la genética. Pero lo que nos encontramos los dentistas cuando los pacientes nos comentan en
    este sentido, son hábitos de vida que influyen negativamente. Tengo el caso de una familia que
    la madre decía que ella tenía caries, su marido tiene caries y era evidente que sus hijos habían
    heredado esa predisposición a la caries y por eso también tenían mal la boca. Cuando analicé
    sus hábitos, SIEMPRE, desde bebés, en esa familia se había comido con “refresco” de naranja. El
    padre pensaba que el agua “no tiene gracia” y no bebían agua con las comidas. Se heredan los
    malos hábitos de alimentación.
    ¡Muchas gracias, Irene! ¡Encantadas de seguir escuchándote en la conferencia!
    Con la colaboración de:
    https://www.fue.uji.es/lactancia